El impacto Post Covid-19 en la Movilidad Corporativa

El impacto Post Covid-19 en la Movilidad Corporativa

Francisco Pontón, consultor de movilidad de Planet A y profesor del Fleet & Mobility Expert Diploma de AEGFA, ha sido el ponente del WEBINAR organizado por la Asociación para analizar los posibles escenarios de la movilidad corporativa que aparecerán tras el impacto del COVID-19.

Para Francisco Pontón, "ser flexible y prepararse para los cambios que acabarán produciéndose en las empresas y su movilidad es la clave para superar con éxito esta crisis sanitaria y de graves impactos económicos. Durante este periodo, con cambios produciéndose a velocidad de vértigo, hemos visto que siempre existen formas alternativas de hacer las cosas y que la flexibilidad es una virtud para reaccionar con éxito."
Sin embargo, todavía es pronto para saber con certeza cuáles serán estos cambios y su calado definitivo.

Pontón opina que actualmente nos encontramos entre la segunda y la tercera fase si dividimos los periodos de crisis en 5 fases:

  1. Reacción (soluciones de emergencia)
  2. Resistencia (soluciones para resistir)
  3. Retorno (planificación para la vuelta a la actividad)
  4. Reinvención (adaptación y aprendizaje)
  5. Reforma (aplicación de cambios)

Movilidad in itinere

Todavía son muy pocas las empresas que disponen de Planes de Transporte al Trabajo (PTT). Y es que hasta ahora, la movilidad in itinere no había sido una prioridad para la mayoría de las compañías. Sin embargo, la crisis del Coronavirus ha demostrado la importancia de este tipo de movilidad según Pontón. ¿Cómo llegarán a los centros de trabajo los empleados de forma segura y sin infectarse? Solo la respuesta a esta pregunta ya anticipa el futuro protagonismo de los PTT.

Por otro lado, la implantación forzosa del teletrabajo por el Estado de Alarma ha obligado a las compañías a prestar mucha más atención a aspectos como la ciberseguridad, ya que al trabajar desde casa el riesgo de ciberataques se incrementa. También otros aspectos como el nivel de rendimiento y la satisfacción de los empleados cuando teletrabajan así como las implicaciones legales/fiscales son capítulos importantes a revisar como consecuencia de la reducción de la movilidad in itinere. Por ello algunas compañías ya están desarrollando guías sobre el teletrabajo, siendo necesario un cambio de mentalidad global sobre esta modalidad.

Pontón afirma que existen múltiples visiones sobre el impacto real del COVID-19 sobre la movilidad in itinere. La primera visión apunta a una reducción importante de la movilidad corporativa, un aumento del uso privado del vehículo frente a la reducción del transporte público (por miedo al contagio). También es posible un escalonamiento horario en las entradas y salidas de los centros de trabajo, semanas de 4 días y, lógicamente un incremento del teletrabajo.

Pontón añadió que también existen expertos que tienen una visión algo distinta. La que afirma que, una vez superada esta crisis, la reducción de la movilidad será mínima, sin cambios significativos en la modalidad de transportes. Pero sí se adoptarán "costumbres asiáticas" en el transporte público y se incrementará la llamada movilidad activa para ir al trabajo: caminar, bicicletas…

¿Qué consecuencias tiene el teletrabajo?

Para el consultor de Planet A, el teletrabajo "se incrementará seguro". Sin embargo, en España el porcentaje de personas cuyo puesto de trabajo le permite teletrabajar es más reducido que en otros países europeos.

Las consecuencias del teletrabajo para los empleados pasan por una mayor conciliación familiar y flexibilidad horario, la reducción de desplazamientos - ahorrando en tiempo y en costes- así como de la siniestralidad/bajas. Como consecuencias negativas Pontón enumeró los horarios extendidos, el aislamiento y la pérdida del espíritu de equipo.

Para las corporaciones, el teletrabajo permite reducir costes operativos y aumentar la productividad gracias a una mayor motivación de los empleados y menor índice de absentismo laboral. Además también se producen menos rotación de personal, se aumenta la retención de talento y la resiliencia. Sin embargo, también se pierde capacidad supervisión, espíritu de equipo y cierto liderazgo de personas. Además, nunca es fácil contar con la infraestructura adecuada para teletrabajar con eficacia.

En cualquier caso, Pontón citó un estudio de la Universidad de Stanford donde se concluye que el teletrabajo aumenta la productividad un 13% y disminuye en un 50% la rotación de plantilla.

Impactos en la movilidad de las flotas

Durante el Webinar también se analizaron las posibles consecuencias sobre las flotas corporativas. Uno de los escenarios más probables, al menos a corto plazo, es la disminución de los tamaños de los parques móviles. Aunque este "adelgazamiento" de las flotas dependerá en buena medida del grado de recesión y recuperación. (¿En V, U o L?). "La crisis de 2008 supuso una reducción del 34% del parque corporativo. Veremos qué ocurre realmente ahora", apuntó el responsable de Planet A.

En este sentido, se apuntaron diferentes escenarios con un mayor protagonismo de fórmulas más flexibles, modificaciones en los contratos y cláusulas de contratación/compra de vehículos, la aparición de pólizas de seguros anticrisis, la consolidación del pago por uso o del Mobility Budget, o incluso el regreso del casi obsoleto pago por kilómetro.

Clientes y proveedores

La movilidad externa a las empresas, es decir, aquella asociada a clientes y proveedores también se verá modificada en buena manera. A corto y medio plazo, Pontón apuntó la disminución de los contactos directos y presenciales en favor de las reuniones virtuales. Ello comportará lógicamente una disminución en la movilidad de clientes y proveedores. Y si bien se suponen ahorros en tiempo y costes de desplazamientos, también se apunta a una despersonalización de las relaciones comerciales que puede dificultar el cierre de acuerdos, operaciones, contratos, etc.

¿Y la emergencia climática?

La irrupción de la pandemia ha dejado en segundo plano otros temas que hasta hace bien poco eran una prioridad. Es el caso de la emergencia climática y las medidas a tomar.

Francisco Pontón explicó la existencia de dos visiones. Una visión más positiva que quiere aprovechar la actual conciencia de crisis, la presión social y una mayor predisposición global para cambiar hábitos y adoptar estrategias efectivas.

Pero también existe una mirada más negativa. Algunos expertos también apuntan que con la crisis generada por el COVID-19 se relajarán los objetivos y las regulaciones medioambientales establecidas, priorizando la urgencia económica por encima de otros intereses como la emergencia climática. De hecho, "la historia reciente nos demuestra que al principio de una crisis siempre se produce un descenso del impacto humano sobre el medio ambiente. Pero a medida que la economía se va recuperando, también se disparan las emisiones y los gases de efecto invernadero."

Francisco Pontón también mostró unas interesantes conclusiones de una encuesta, elaborada por Planet A en las últimas semanas, sobre el impacto del COVID-19 en la movilidad.